Prometo no fallarte nunca. Prometo que te diré que te amo todos los días de mi vida. Todos. Prometo confiar en ti siempre, en tus ojos y en tus manos. Prometo besarte todas las mañanas. Prometo planear el futuro juntos. Con casas llenas de ventanas. Con tormentas de suspiros y con pelis remolonas en el sofá. Prometo que si algún día no se cumplen nuestros planes infinitos, te diré te amo todas las noches. Aunque estés lejos de mí y tú no me creas. Prometo que mientras estemos juntos voy a abrazarte siempre que pueda. A ver si así, no te echo de menos cuando no durmamos juntos. Y aunque no sienta tu respiración, voy a estar aquí contigo. Y tú allí conmigo. Porque tú serás mi epicentro y nosotros el terremoto. Tan tuyo. Tan mío. Y tan nuestro. Que haremos temblar al mundo juntos.
Te amo con todo mi corazón... ¡Gracias por todo!
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