10 abr 2013
¿Si me importas? ¡Fíjate tu!
Cuando se tienen ganas de sonreír todo se vuelve diferente, aveces necesito que me abracen y me quiten la rigidez de encima, entonces cierro los ojitos (me imagino que me los tapas), apareces tú, con tus manos grandes, tu pelo despeinado, tu media sonrisa perfecta y entonces...
Puedes quedarte esta noche. O para siempre.
Tú me has dado paz en una vida de guerra.
Te quiero mucho.
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