No sé como decirte, que he superado ante la distancia a tenerte cerca, que a dormir sin ti. No se como escribir(te) sin que suene a precipicio, que tengo miedo a perder(te). Que a veces sólo suena una canción, y llegas tú, y te conviertes en mi mirada perdida del día. Mientras, amanece en junio, con la extraña sensación, que no existe reloj si compartimos la misma almohada. Y ahora sólo pienso en llegar a fin de mes para cobrar(te) de una en una, las deudas que guarda mi cabeza con tu hombro, porque acercarnos la distancia es sólo un billete de ida hasta tu boca, o hasta tu espalda, o hasta el precipicio que se asoma en la página de los calendarios. No sé como decirte sin que suene difícil, que no te vayas, que te tengo un verano guardado para contarte mil batallas, que aún me sobra tiempo para vivir la guerra contigo.
Dicen que no es amor el amor que se adapta con el distanciamiento a distanciarse, pero tú y yo separados, estamos mucho más cerca que otros muchos que están juntos.
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